lunes, marzo 20, 2006

Ella y él

Era un domingo más, uno como cualquiera desde hace ya más de treinta años, o eso parecía. Ella hacía el aseo mientras masticaba la cotidiana, no por eso menos tormentosa, pregunta de que hacer de almuerzo, él regaba el patio mientras saludaba a los vecinos que pasaban, más de alguno le tiró una talla aludiendo a que eso era solo el comienzo de las consecuencias de la llegada de una mujer a la Moneda.

En realidad no era un domingo más, era el último domingo de verano, el olor a tierra mojada transportado por una fresca brisa lo recordaban. Sería eso una razón suficiente para hacer un asadito???...para él si lo era, bastaba saber si vendría el hijo, la nuera y las nietas, eso en realidad era suficiente razón, verano o invierno daba igual ....ahhp, y la mamá (la mamá de ella, aunque él también le decía así), a ella también habia que avisarle.

Ella aún hacía el aseo (la geometría del parquet no es del todo óptima a la hora de pasar la virutilla), él hacía los llamados respectivos, la mamá no vendría, el hijo, la nuera y las nietas tampoco, era tarde ya para visitas sorpresas y el otro hijo estaba demasiado lejos. Ella terminaba el aseo y él refunfuñaba con la soledad. Ella le preguntó que hacer de almuerzo, él iba a responder lo primero que se le viniera a la cabeza, pero entonces la miró...la miró y comprendió que no estaba solo, que desde hace algún tiempo ya no se sentía solo estando con ella, pensó en el asado, pero era mucho trabajo para compartirlo solo entre ellos, era domingo y había que descansar...pollito asado!!!, vamos a comprar un pollito asado respondió. Ella fue a la vitrina a buscar un billete para pasarle, hasta ahí era lógico, era él quien iría a comprar el pollo, de él era la idea, pero él estaba ahí esperandola, a ella y no al billete, fue entonces que comprendió, habían pasado tantos años, años de amargos desencuentros, había detestado con todo su corazón los domingos, pero ahora...ahora y desde hace algún tiempo era diferente, ahora lo entendía y en su corazón se esbozaba una sonrisa. Lo miró, guardó el billete en su monedero y le dijo vamos.

Caminaron de paso firme, pero no apresurado, conversaban de lo que viniera, no iban de la mano, pero iban más juntos que nunca pisando pisadas, y los otros, su hijo, su nuera, sus nietas, la mamá y yo, pisabamos las suyas seguros de ir esta vez por el buen camino.

martes, marzo 07, 2006

"Sueños recurrentes"

En las paredes de mi subconsciente debe haber dibujado algo así (se suponía que iba a trabajar, pero de la mano de la música de Bach, con un portaminas y una hoja en blanco, emprendí un viaje que termino en esto).

viernes, marzo 03, 2006

Jugo natural a las 6 A.M.



Un momento particular, una sensación muy particular, la de sentir una alegría efervescente, una alegría que nace desde los adentros más profundos, una alegría que no cabe en el pecho, una alegría que queremos compartir gritandola a los cuatro vientos,... eso y no tener la persona adecuada al lado para contarlo. Es curioso, pero el último ingrediente es el que exacerba el sentimento. Ya quisiera volver a sentirme así... ;)

miércoles, marzo 01, 2006

Théâtre et Neige sur Paris...

De un tiempo a esta parte los martes se han transformado en dias bien especiales (cabe decir, que yo nací un día martes). Condimentados desde hace algunos meses por mis clases de merengue-bachata-zouk, los martes se han transformado en sinónimo simultáneo de alegría y relajo. Sin embargo, este martes dejé de lado la que se suponía mi última clase de baile (finalmente, recuperaré el sábado) y pusé en riesgo la cuota de sabor de la semana...la razón???...Linda, una compañera del curso de baile, me extendió una invitación a una pieza de teatro, en la cuál actuaba la amiga de un amigo de ella. En este punto, destaco el hecho de que la última vez que fui al teatro, fue en Chile, si mal no recuerdo en mi época de liceo...la obra???... no me acuerdo, aunque si recuerdo que siempre disfruté largamente las obras que presencié.

La obra a la que asistimos se llamaba “La salle à manger” (de Albert Gurney Jr.), era una comedia en la que se retrataban varias décadas (llenas de anécdotas) de una familia (bien particular) en torno a “la salle à manger”. Me reí mucho, por sobre todo me entretuve (y de paso mantuve la costumbre de los martes alegres y relajados). La obra termina cuando Isabelle (la amiga actriz del amigo de mi amiga), sola en la salle à manger” se manda el siguiente texto (parte en la que para disimular tuve que decir que me había entrado una basurilla en el ojo...jejeje):

« ... Depuis quelque temps je fais périodiquement le même rêve. Nous donnons un grand dîner. Cela se passe dans notre ancienne salle à manger. Et je rêve que nous avons invité tous les gens que nous aimons. Oh ! pas seulement la famille et les amis. Mais tous les gens que nous avons rencontré au cours de notre vie, et que, pour une raison ou une autre, nous avons aimés. Et ils viendraient de tous les coins du pays. Tout le monde serait heureux d’être là et ce serait merveilleux.
Mon mari se moque de moi quand je lui raconte ce rêve. « Tu te rends compte , me dit-il, ce qu’un dîner dans ce genre coûterait ? Tu te rends compte ce qu’il nous faudrait payer, de nos jours, pour nous offrir ce luxe-là ? » Oui, bien sûr, je sais qu’il a raison. Je sais que ce serait une folie. Mais il m’arrive de penser que cela en vaudrait la peine. »

A mi me parece super power el texto (a eso hay que sumar la actuación soberbia de Isabelle, y el trabajo notable de iluminación en este momento de la obra), de hecho me recuerda en cierto modo el final de la tremenda “Big fish” y “La casa nueva” de Tito Férnadez “El Temucano”. Que lindo sería, no???...una gran cena, en una gran “salle à manger” (mesa té club), bueno podemos olvidar la gran cena, podemos olvidar la gran “salle à manger” y quedarnos simplemente (en realidad eso sería lo lindo), con un gran encuentro-reencuentro...mhhh, bueno, soñar es gratis (bajo todas sus implicancias)..y quien sabe...

Luego de la obra, nos fuimos en patota (Linda, una amiga, el amigo de Isabelle, una amiga de él y yo) a comer pizza. En el camino pasamos por el “Canal San Martin” (sip, donde Amelie Poulain hacia patitos con sus piedras favoritas) en momentos en que la nieve comenzaba a hacerse presente (lindo espectáculo). La pizzeria de entrada perdida se nos apareció derepente...pedimos nuestras pizzas (yo pedí una Calzzone).. comimos de lo lindo, mientras afuera se desataba una tormenta de nieve (tal vez exagero)...rematamos con un café y en mi caso (y el de una de las chicas) con un creep nutella (que cerdo, no???).

La hora de la despedida se acercaba, los techos de los autos estaban cubiertos en nieve y yo anunciaba que nosostros terminariamos igual. El amigo de linda y su amiga se iban juntos al sur de Paris. De los restantes (y esto refleja que la suerte aveces no tiene limites), dos viviamos en Fontenay sous bois y una en Vincennes, ella tenía auto, así que nos ayudo a capear la nieve acercandonos a nuestros respectivos hogares (salvo a los que iban al sur de Paris, a quienes acercó amablemente a Gare du Nord).

Que vivan los martes!!!...