martes, diciembre 23, 2008

Con fecha 22 de diciembre...

Hoy (ayer) estuviste de cumpleaños, como olvidarlo... como olvidarte. Me hubiera gustado tanto celebrarlo a tu lado, haberme levantado temprano a improvisarte un regalo, despertarte con un abrazo apretado y decirte cuanto te quiero. Haber recibido el día con un desayuno dulce lleno de pastelitos.

El almuerzo hubiera sido cotidianamente moderado, como olvidandonos del festejo... a media tarde hubiesemos empezado a coordinar un asadito : costillar de cerdo, un pedazo de vacuno, unas longanizas y eventualmente algo de pollo... papas mayo, ensalada a la chilena y algo verde... bebidas, cervezas y una botella de vino, como a ti tanto te gustaba. Nosotros los hombres, tú, mi hermano y yo, hubiésemos ido a comprar la carne y el carbón... mamá, cuñada y niñas, se hubiesen encargado de las verduras y la decoración, que por estas fechas se matiza con los adornos navideños.

Las compras hechas, mi hermano hubiese hecho el fuego, yo me preocuparía de la música y de que todo lo necesario para el ritual asadístico estuviese al alcance de la mano... tú, tú seguro te ibas a dar una vuelta al pasaje mientras las cosas tomaban orden. Con la carne sobre la parrilla, tú de vuelta, mi hermano y yo... los tres presenciando en distinto grado protagonico la preparación de la carne, la botella de vino se hubiese abierto, probablemente una de cerveza también... entonces nos hubiéramos puesto a hablar un poco de todo un poco de nada, riéndonos, tomando parte en conflictos que no son los nuestros, discutiendo sobre la justicia y quien sabe que más.

Y bueno, me salto la cena, pues imagino que todos estaríamos más preocupados de comer que de otra cosa.

En fin, llegada la noche, terminada la cena y el pastel, las velas apagadas, los deseos pedidos... las niñas ya durmiendo... mi mamá y mi cuñada en vías de... y nosotros, los tres mosqueteros todavía sobre la mesa, disfrutando de la última copa de vino, acompañandonos con palabras escasas, pero sentidas...

Y la velada hubiese terminado como siempre, en esa cotidianidad profunda que tanto extraño...

F : Buenas noches papá.
P : Buenas noches hijo, que sueñe con los angelitos...
F : Igualmente... hasta mañana...

2 comentarios:

Estepario dijo...

Fuerza compañero Cordiery!!!!!

Que buena descripción dce lo que significa un asado para los chilenos. no es sólo comer. Es un ritual de vida!!!

Claullitriche dijo...

bello... me hiciste llorar...

te quiero mucho...