domingo, febrero 05, 2006

De musas y letras griegas

A medida que las historias y reflexiones (y quien sabe que más) pasen, haré referencia a ciertas personas. Para resguardar su identidad, los llamaré bajo nombres ficticios, nombres que mantendrán de relato en relato, de referencia en referencia, por los siglos de los siglos...jejeje.

Este primer relato girará, como bien lo presupone el título, en torno a las “musas”, y para comenzar que mejor que unas primeras...

Reflexiones preliminares sobre la palabra “musa”.

Supongo que cuando uno quiere hablar sobre una palabra, lo primero que debiera hacer es partir por la definición, sin embargo yo no partiré por ahí, pues imagino que eso puede encontrarse en cualquier diccionario. Por lo demás, creo que todos tenemos una idea en alguna parte de nuestro inconsciente sobre lo que es una musa. Quisiera aclarar, sin embargo, que cuando hablo de musa no lo hago necesariamente en un cotexto mitológico, no me refiero forzosamente a deidades. Así, en nuestro contexto, una mujer, un personaje, un ente abstracto, y casi cualquier cosa podría ser eventualmente una “musa”.

En este nuevo contexto, cabe la pregunta de si podemos dar una “buena” definición para nuestra palabrita. Una “buena” definición sería la que nos permitiera decidir en cada caso particular si estamos en presencia de una “musa”, o no. Por supuesto, la idea no es buscar una definición para cada caso particular, si no una que funcione en todos los casos. La dificultad de esto, es que casi siempre aparecen “excepciones”, casos que si bien no caben dentro de la definición, uno quisiera que si lo hicieran.

Como matemático no tengo mucho que decir con respecto a la palabra “musa”, aunque me atrevería a asegurar que si “musa” fuera un número, seguro sería un multiplo de dos...jejeje. Porqué???...por un lado tiene dos sílabas, consta de cuatro letras (cuatro es potencia de dos) y principalmente porque esta palabra casi por definición se presenta en dualidad, por ejemplo, el pintor y su modelo, el poeta y la mujer que inspira sus versos, el matemático loco y la divinidad que en sus sueños le regala un resultado, etc...después de todo la “musa” no es musa, si no que hasta que lo es para alguien.

En fin, no quiero meterme en la boca del lobo, así que pasaré a contar mi historia con las “musas”, y de paso justificar la segunda mitad del título.

Continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOOOOOOOOOOOOOOOLAAAAAAAA, QUE BELLA PAGINA... ALGO LEÍ ME PARECE TODO BIEN, GRACIAS POR SER COMO ERES Y GRACIAS POR TU APOYO SIEMPRE...

TE QUIERO JENNY

Feñomeno dijo...

Gracias Jenny!!!
Espero pronto tengas tiempo para leer alguno de mis escritos...yo por mi parte, saliendo de estos dias de trabajo duro, espero escribir algo nuevo..ideas no me faltan.

Y nada que agradecer, mi apoyo siempre estará ahí, esa es la base de la amistad ;).

Yap, cuidese mucho, saludos